Líderes y jóvenes de 13 a 18 años, chicos y chicas, ayunaron y estuvieron expectantes. Fueron llenados de Su presencia y tuvieron un tiempo de comunidad, diversión y encuentro con Jesús.

Durante el retiro, los adolescentes se reunieron para apartar un tiempo especial de ayuno y oración. Con corazones abiertos y mentes dispuestas, esperaron con anhelo ser tocados por la presencia del Señor.

Y así fue, el Espíritu de Dios se movió poderosamente en medio de ellos. Las sesiones de adoración y enseñanza los llenaron con una renovada conexión con su Salvador. Lágrimas de gozo y liberación fluyeron mientras experimentaban un encuentro íntimo con Jesús.

Pero no todo fue seriedad. También hubo momentos para fortalecer los lazos de amistad y comunidad. Risas, juegos y actividades recreativas crearon recuerdos perdurables y forjaron vínculos que los unirán por el resto de sus vidas.

Al final del retiro, estos jóvenes valientes regresaron a casa con corazones encendidos y una determinación refrescada para seguir caminando fielmente con Cristo. El fuego del Espíritu Santo arderá en ellos por mucho tiempo, recordándoles que fueron encontrados por el amor infinito de su Padre celestial.