El cielo nos hizo un llamado para profetizar y hablar vida sobre nuestra tierra #Tuxtepec Oaxaca, México.

Nos unimos a un tiempo de oración y adoración por nuestra ciudad; creímos en un Tuxtepec lleno de paz, próspero y unido. Los ojos de Dios estuvieron puestos sobre nosotros sus hijos y nuestro tiempo llegó.

Fue un momento poderoso donde elevamos nuestras voces en una sola armonía. Clamamos por la transformación de Tuxtepec, declarando la voluntad de Dios sobre esta tierra. Palabras proféticas de esperanza y restauración resonaron con fuerza.

La adoración subió como grato perfume al trono celestial. Nuestros corazones se abrieron para recibir la unción del Espíritu Santo sobre esta ciudad. Creímos firmemente que Tuxtepec experimentaría un reavivamiento sin precedentes.

Hubo una atmósfera electrizante de fe y expectativa. Dios mismo caminó en medio de su pueblo, derramando Su gloria y confirmando que nuestras oraciones no clamaban en el vacío. Tuxtepec resurgirá de las cenizas, llena de vida y propósito divino.

Al final, partimos con una firme convicción: ¡Tuxtepec vive! La semilla de un futuro prometedor ha sido plantada. Seguiremos clamando, adorando y profetizando hasta que veamos los muros de opresión derrumbados y el Reino de Dios establecido en toda su plenitud.